López Martucci estaba prófugo desde el 2017, cuando el Tribunal Oral Federal 4 lo condenó a cuatro años de prisión por movilizar 15 toneladas de efedrina entre 2006 y 2008.
El Ministerio de Seguridad había ofrecido una recompensa de 500.000 pesos por la detención del condenado, quien había cambiado su fisonomía para despistar a la policía.
López Martucci había sido sentenciado ya en 2014 por el Tribunal 4 pero se fugó tres años más tarde, en 2017, cuando la Cámara Federal de Casación Federal confirmó la condena y rechazó las apelaciones con las cuales el acusado intentaba dejar en suspenso la ejecución de la pena.
El ahora detenido fue condenado junto a otro grupo de empresarios en lo que significó las primeras condenas por el tráfico ilegal de efedrina en Argentina.
La Policía Federal luego de una investigación que incluyó seguimientos y escuchas telefónicas, detuvo a López Martuci en el cruce de Rivadavia y Reconquista, en la localidad bonaerense de Haedo, en la zona oeste del conurbano.
En el caso en que está involucrado el ahora detenido es aquel por el cual también se condenó al empresario farmacéutico Alfredo Abraham a once años de prisión, entre muchos otros.
Los condenados tenían vínculos con el ahora detenido empresario Ibar Pérez Corradi quien afronta varias causas por tráfico ilegal de efedrina y se lo investiga por el triple homicidio de General Rodríguez a raíz de un negocio en disputa por la comercialización de esa sustancia utilizada para fabricar drogas sintéticas.
«La efedrina fue un mecanismo de complicidades políticas y fueron causas que le hicieron muy mal a la Argentina», dijo la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, cuya cartera instruyó políticas expresas a la Secretaría de Seguridad que coordina Eugenio Burzaco.
La funcionaria resaltó que «hoy el apresamiento de este criminal demuestra que en la Argentina se acabó la impunidad».
El Ministerio informó que efectivos de la División Análisis y Prospectiva del Narcotráfico de la Policía Federal llevaron a cabo una exhaustiva pesquisa que se extendió a lo largo de seis meses para lograr la detención del prófugo.
Con lo recolectado durante los registros fotográficos, fílmicos, entrecruzamiento de datos y diferentes medios técnicos, los policías pudieron comprobar que López Martucci había cambiado su aspecto fisionómico.
