El Bitcoin cayó por debajo de los US$ 36.000 durante el último fin de semana, a raíz del cierre de granjas de minado en China y un posible aumento en las regulaciones en ese país.
Así, el valor de la criptomoneda bajó por sexta jornada consecutiva, luego de haber superado los US$ 41.000 a principios de la semana pasada.
A este último precio se llegó porque el dueño de la empresa Tesla, Elon Musk, negó haber vendido una parte importante de los Bitcoin que la compañía compró a principios de año y dijo estar dispuesto a aceptar la criptomoneda como forma de pago de sus autos eléctricos a futuro.
El denominado «hashrate» -la unidad de medida que explica la potencia de procesamiento de la cadena de bloques de Bitcoin- cae significativamente en China a medida que el Gobierno de ese país avanza con cierres de locales en los que se mina la criptomoneda.
Esa decisión afecta el precio a nivel mundial, dada la cantidad de transacciones de la red que se certifican en ese país: una estimación de la Universidad de Cambridge indicó que cerca del 65% de la minería de Bitcoin del mundo se llevó a cabo en China en abril de 2020.
Según un informe de Global Times, la clausura de muchas minas de Bitcoin en una provincia china ha provocado el cierre de más del 90% de la capacidad minera de Bitcoin de esa nación.
Una de las formas de conseguir esta criptomoneda es la de ejercer la minería: es la más compleja y consiste en destinar una parte de los recursos de una PC a la resolución de problemas matemáticos de alta complejidad.
En este marco, una encuesta global de gestores de fondos de Bank of América arrojó que el 81% de esos gestores creen que el Bitcoin está en una burbuja, incluso después del desplome del precio del 35% en mayo.
El Bitcoin es considerado como una cobertura contra la inflación, y muchos analistas atribuyen las ganancias de la criptomoneda durante 2020 a esta cuestión.
La encuesta también reveló que los gestores de fondos ya no ven las apuestas alcistas en Bitcoin como la «operación más concurrida» en Wall Street.