El fenómeno climático se abatió con fuerza este viernes tras tocar tierra en la costa atlántica de Estados Unidos, con vientos de 150 km/h y lluvias torrenciales que amenazan con provocar «inundaciones catastróficas», según las autoridades.
El fenómeno climático se abatió con fuerza este viernes tras tocar tierra en la costa atlántica de Estados Unidos, con vientos de 150 km/h y lluvias torrenciales que amenazan con provocar «inundaciones catastróficas», según las autoridades.